El 2014 es un año que Lionel Messi nunca olvidará. No solo porque llevó a la Selección Argentina a la final de la Copa del Mundo después de 24 años y fue elegido mejor jugador del torneo. Sino porque fue el año en que visitó la manufactura de Audemars Piguet en Le Brassus, Suiza.
Messi, que es embajador de esta marca desde 2010, recorrió los ateliers donde se creó la edición limitada que lleva su nombre, de la mano de François-Henry Bennahmias, CEO de Audemars Piguet.
Messi lució la versión platino de su Chronógrafo Royal Oak Leo Messi y conversó con los relojeros que crearon su modelo. “Me llamó la atención lo difícil que es todo… armar un reloj, pieza por pieza. Un reloj se compone de muchísimas piezas, todas muy chiquititas y lleva mucho tiempo, mucho trabajo, mucha concentración el poder realizar uno para que esté terminado y la verdad es que me sorprendió mucho lo difícil que es”, afirmó el genio del fútbol mundial.
Además, habló de la semejanza entre el saber hacer de los relojeros y su arte: “Creo que la perfección, el buscar que todo esté perfecto. El trabajo, la concentración que llevan realizar un reloj. Estar solo con el reloj trabajando sin importar lo que pasa alrededor y hacer lo posible para que salga perfecto”.
Audemars Piguet registró la visita de Messi en este video institucional: